La gesta de Mayo y las Mujeres

Por Profesora Paola A. Cieri

Llega el mes de mayo y en las escuelas el tema central es el acto en homenaje a la Revolución, año tras año, las y los docentes ponemos en marcha la creatividad para organizar un acto innovador y participativo en el que los héroes  sean revalorizados por toda la comunidad educativa. Cuestión muy merecida; sin embargo, hay una incógnita, que estoy convencida cabe que indaguemos: por qué se invisibilizó y aún se continúa invisibilizando en la educación el rol activo de las mujeres  de la historia  argentina entre 1810 y 1816.

Conocer el rol de las mujeres en la época de la Revolución de Mayo de 1810  hasta la época de la Independencia argentina (1816) resulta imprescindible a fin de comprender los modos de participación en ese contexto histórico-político y social y de poder develar si tal ocultamiento en los contenidos educativos fue estrictamente por razones de género.

Historiadores de reconocida trayectoria se han dedicado a revisar este periodo y a preguntarse:

¿Cuál era el rol esperado para las mujeres en la época colonial? ¿Qué derechos y deberes eran propios del género femenino? ¿Hubo mujeres que participaron de la Revolución de Mayo  y de las luchas por la Independencia? ¿Quiénes fueron esas mujeres y cómo  lograron destacarse en esa época? ¿A qué obstáculos debieron enfrentarse? ¿Hubo cambios significativos para el rol de las mujeres luego de 1810? ¿Hubo una intención de supremacía de género en el ocultamiento historiográfico  y educativo de las mujeres que participaron en la Revolución de Mayo y la Independencia?

Son muchas las mujeres que participaron activamente en momentos cruciales de la historia  argentina: María Remedios del Valle, Catalina Echavarria de Vidal, Mariquita Sánchez de Thompson, Juana Azurduy, entre otras. Sin embargo, a lo largo de más de 200 años,  muy poco o casi nada se sabe de ellas.

Ni en la escuela primaria, ni en la escuela secundaria se dedican contenidos en los que estén presentes. No hay un acto en el que se las homenajee como protagonistas de la historia argentina. Solo algunas aparecen apenas mencionadas escuetamente como anfitrionas o, por ejemplo, damas benévolas que donan sus joyas. Una mención discreta que resulta paupérrima y las relega al papel doméstico de  aquellos tiempos y sociedades.  

Estas mujeres valientes, que pusieron en juego sus talentos para la causa de la Revolución  y de la Independencia, incluso arriesgando su reputación y sus bienes en pos de estos fines, nos siguen resultando auténticas desconocidas ¿Será acaso que por estas cualidades -que distan bastante de la sumisión y obediencia ciega a las leyes cristianas y patriarcales- fueron ocultadas de la historiografía y de la educación? 

Estas mujeres fueron un pilar innegable para la naciente patria, no por estar detrás de  grandes patriotas, sino a la par, en el día a día, en medio de las luchas y de las reuniones políticas en aquella  Buenos Aires revolucionada por las noticias de Europa y EEUU, que hasta 1810 fuera capital del Virreinato del Río de la Plata, como así  también ciudades importantes de otras provincias como Santa Fe, Entre Ríos, Tucumán, Salta, incluso  de la Villa del Rosario. 

Estas mujeres que demostraron no ser el sexo débil aún esperan ser develadas.

Desde la educación podemos abrir el debate en las aulas profundizando sobre sus ideales, logros e intervenciones.  

Sacarlas de ese estado de invisibilización es una  manera de hacerles justicia y de instalarlas en los actos como protagonistas que también fueron capaces de enfrentarse a obstáculos y epopeyas impensadas de su  época.

Es necesario, incluso imprescindible generar un ambiente áulico que permita la investigación, comparación y debate de esa época fundacional. 

Con los más pequeños se puede proponer la comparación sobre la vida cotidiana y la desigualdad social entre ambas  épocas. 

Con los más grandes, además de investigar sus biografías, se pueden establecer relaciones temporales a través de líneas cronológicas a partir de lecturas y/ o videos educativos.

El mes de mayo es la semilla, el sol, los laureles, el sacrificio, el honor, la esperanza … de nuestra querida  patria naciente. 

Las mujeres también fueron heroínas luchando  por la Revolución y la Independencia, y esta deuda aún está reclamando acciones concretas.

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